En los últimos años se han podido contemplar dentro del seno del Partido Popular una serie de enfrentamientos públicos que, siendo ellos legítimos y hasta sanos dentro de cualquier partido –pues siempre es necesaria una continua autocrítica de las formas de hacer política y una evolución ideológica en el interior de los partidos–, han llegado al punto de salir de los límites del entorno del partido y llegar a las instituciones públicas con el deterioro de las mismas y su servicio a la ciudadanía.
A nivel nacional los míticos Aguirre vs. Gallardón y Aguirre vs. Rajoy –esta mujer tiene para todos–, enfrentamientos que han llegado a límites insospechados y que han tenido su punto cumbre en el último escándalo de los espionajes para-policiales, teniendo ya la historia tintes de novela negra.
Pero a mí los que me interesan son los enfrentamientos dentro de nuestra autonomía, pues son los que nos tocan en carne y hueso. Durante los últimos años las luchas internas entre Campistas vs. Zaplanistas-Ripollistas han ido aumentando en intensidad hasta alcanzar comportamientos tan deleznables como el de utilizar los presupuestos de la Generalitat y la Diputación respectivamente, para atacarse mutuamente favoreciendo en inversiones a los municipios afines a cada bando.
La aprobación en el pleno de la Diputación del Plan de Obras y Servicios adjudicó a Villena una subvención que costea el 60% del traslado del Conservatorio Municipal al Teatro Chapí, una demanda importante de la ciudad desde hace unos años, ya que las instalaciones del Conservatorio en la Casa de Cultura ya estaban en un estado de colapso crónico que no permitía un correcto funcionamiento de la institución. Sin duda una gran noticia para la ciudad, sino fuera por los modos y las artes con que la recibimos.
Los 30 millones de € que aproximadamente costará este plan han sido repartidos entre 39 municipios de la provincia, de los cuales 31 son gobernados por el PP, 7 por PSPV y 1 por el Bloc. Lo señalable reside en que 29 de los 31 gobernados por el PP son municipios cuyos mandos apoyaron a Ripoll en el pasado congreso provincial. Y esta jugada de Ripoll es su particular “vendetta” a la actuación de Camps, cuando éste prometió 3 días antes del Congreso una lluvia de millones a los municipios que apoyaban a Fenoll, el candidato del Consell; y por tanto Villena, junto a ciudades con alcaldes Ripollistas tan importantes como Orihuela y Alcoy, fueron marginadas.
Es gravísimo que un partido como el PP, que ostenta el gobierno de un importante porcentaje de las instituciones españolas y, en concreto, el poder de la Generalitat y la Diputación, juegue con las instituciones públicas y el dinero de los valencianos de esta manera tan irresponsable, repartiendo según cálculos electorales internos, marginando a los municipios que no son gobernados por el PP, y lo más peligroso de todo, provocando el desprestigio de éstas.
Lo que realmente me inquieta es si esta jugada es la última de la partida o va a estar seguida de unas cuantas manos en cuyo resultado, sin dudarlo, Villena perderá junto a todos los municipios alicantinos.
Fdo: Pablo Juan Martínez Catalá
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